Call Girl Escort Vol.1... Susantha (María Vega)
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| Call Girl Escort Vol.1 |
Sinopsis:
A veces, las cosas pasan porque tienen que pasar… Soy Catherine Wayne (Cat), y con apenas veinte años tuve que abandonar mi pueblo para escapar de una vida de maltratos y vejaciones, dejando atrás a mi querida hermana Alice. El destino me llevó hasta Nueva York y allí, sola, destrozada física y psicológicamente, me encontré con un futuro incierto y con Alina (una prostituta rusa). De su mano, me adentré en el sórdido mundo de la prostitución, y con ello rehusé al amor y di vida a Channtel, mi otro 'Yo'.
No, nadie me obligó a ello, y si acepté fue libremente y sobre todo porque me encanta el sexo sin ataduras, sin límites y todo lo que conlleva.
¿Te escandalizo? Pues espera a saber más de mí, pero antes de juzgarme conoce mi historia, ponte en mi piel para vivir lo que me tocó vivir.
Una última pregunta, ¿puede tener el amor cabida en ambas vidas…?
Reseña:
Ciertamente, comenzaré diciendo que he leído todas las novelas de la autora. Que la mayoría de ellas las he visto nacer, he podido gozar de su desarrollo, como diría desde la formación de su esqueleto y puedo aseguraros que ganaréis mucho si queréis conocer al resto. Pero hoy le toca el turno a su última obra maestra, un atrevimiento por su parte que desde el minuto uno me ha dejado sin palabras: Call Girl Escort Vol.1
María Vega siempre ha sido dada a tratar el tema sexual en sus novelas, pero en esta ha echado el resto, tanto que como ya he adelantado en la entradilla, ha tenido que crear un alter ego, alguien que como ella bien ha descrito, en una reciente entrevista a este blog, sería así: "Susantha es la versión desvergonzada de María Vega." Pues sí y qué razón tiene.
Call Girl Escort es una novela erótica, pero donde puedes llegar a pensar que te vas a encontrar con una escena de sexo tras otra, que las hay, te sorprendes al encontrar una trama enorme, la historia de Catherine Wayne, alguien que tuvo que crearse un otro yo por circunstancias de la vida; Channtel, una mujer descarada que va pisando fuerte, que sabe muy bien lo que quiere, cómo, cuándo y cuánto. Incluso en ocasiones puede darse el gusto el con quién... aunque creo que de esto veremos más en el siguiente libro.
Como sabéis, no me gusta revelar nada del libro para eso está la sinopsis que es justo lo que los autores queremos mostrar, pero sí os diré unas cuantas cosas.
De primeras hablaré de su portada, una imagen caliente, donde el interior se ve velado por las sombras de una persiana, donde se muestra que la protagonista de todo el libro es una mujer, una mujer que se muestra fuerte y segura, con unas letras potentes donde se revela las dos caras de la moneda. Un acierto por donde la mires.
Está escrito en primera persona y a la vez en otra primera persona más profunda, un juego de malabares que me ha sorprendido por cómo lo ha sabido usar la escritora. Es decir, es Catherine Wayne la que habla, la que narra, pero a la vez está esa Catherine Wayne quien especifica, quien aclara y ya no diré más sobre esto, para que seáis vosotros los que descubráis porqué sucede así. Solo añadiré que no deja cabos sueltos, que lo que cuenta lo deja bien atado, que es contundente, que no se muerde la lengua y que a las cosas las llama por su nombre cuando es requerido sin caer en la vulgaridad.
Durante el transcurso de la historia vamos aprendiendo más sobre ese círculo en el que se mueve, estad atentos porque es algo grande que solo toca de pasadas en esta primera parte, porque sí, chicos, es una trilogía que se merece ser escrita en tres partes, porque da para eso y para más si la autora así se lo propusiera. Yo ahí lo dejo, María Vega.
Es una historia de ficción que bien podría basarse en hechos reales, por algo su autora ha hecho un exhaustivo trabajo de investigación; estoy segura de que estas situaciones se dan más de lo que podemos llegar a pensar y eso la dota de una garra aún mayor que nos hace ponernos en la piel de estas personas, de lo que puede esconderse detrás. Junto a todos los personajes de la trama podemos vivir lo que siente cada uno, están perfectamente cortados y diferenciados y llega el momento en que sabes cómo pueden llegar a actuar por ese mismo hecho. De ese modo, puedes llegar a empatizar con ellos, con todos, no solo con los buenos sino también con los malos, aunque es una empatía diferente, porque pueden llegar a hacer aflorar lo peor de ti y creo que eso es también bueno sentirlo porque quiere decir que están bien descritos, ellos mismo se retratan en sus acciones y decisiones, en sus diálogos.
Para mí, esta bendita primera parte es como cuando abres una tabla de ajedrez, colocas las fichas y comienzas los primeros movimientos, deteniéndote justo en el instante de comenzar la partida real, cuando la cosa se pone seria. Es el caramelo que comienzas a saborear pero del que quieres que nunca se termine, ese que todavía esconde algo más en su centro. Como un árbol joven que todavía tiene que echar raíces y agrandar sus ramas. Esta historia tiene mucho que dar de sí, pueden ocurrir tantas cosas, como tantas han sucedido en el volumen 1 que no puedo más que elogiar a Susantha.
Al acabar te quedas con un regusto por saber más, de querer más, pero a la vez satisfecha por que la novela haya caído en tus manos, por haber descubierto semejante joya.
Solo os daré un último consejo: no presupongáis nada. No os hagáis falsos prejuicios ni os creáis que va de esto o aquello. No. Solo adquirirlo y dejaos sorprender. Os prometo que lo hará.
Gracias, Susantha, por haber creado algo semejante.
Besos románticos,
López de Val
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