Bienvenidos
¡Bienvenidos!
En esta primera incursión en el blog me gustaría comentaros acerca de las sensaciones desde que publiqué mi primera novela (pero no la última) en amazon, tanto en digital como en papel.
Durante los primeros meses del año pasado, una fuerza difícil de definir me hizo sentarme en la mesa del salón, coger una libreta a la que le quedaban minutos de vida y empezar a garabatear con un lápiz que, de tanto sacarle punta, estaba por menos de la mitad. De ese modo, comenzó a tomar vida Doble o nada, una historia que Candela (su protagonista) me susurraba al oído día tras día y que al cabo del tiempo me sugirió que incorporara dos protagonistas más que tenían la necesidad de contar la historia bajo su punto de vista.
Cuando acabé el manuscrito y lo dejé descansar por un tiempo, leí de nuevo el final y vi que estaba incompleto, que sus personajes no estaban contentos y que necesitaban hablar más, pues no querían dar cierta... mejor lo dejo ahí, porque sino me arranco y cuento la historia.
Así comenzó Todo o nada, secuela que ya está escrita y en fase de corrección.
En fin, a lo que iba. Cuando Doble o nada iba a salir a la luz yo me marchaba de vacaciones, así que todo el trabajo promocional lo hice con los 3G de mi móvil. Lo juro, ha sido un trabajo bastante más duro de lo que me esperaba. A eso, hay que sumarle la sensación de desprendimiento, como el pájaro que echa del nido al poyuelo para que aprenda a volar y vivir por sí solo. La marcha de un ser querido, de tu creación; la responsabilidad al saber que cabía la posibilidad de que llenara algunas horas de personas que apostaran por mi obra... Eso me mantuvo en vilo hasta que me he dado cuenta de que puedo gustar o no, pero que lo único cierto es que está escrita desde el corazón y con un deseo enorme de hacer disfrutar y entretener.
Besos Románticos.
Eugenia Torres.
En esta primera incursión en el blog me gustaría comentaros acerca de las sensaciones desde que publiqué mi primera novela (pero no la última) en amazon, tanto en digital como en papel.
Durante los primeros meses del año pasado, una fuerza difícil de definir me hizo sentarme en la mesa del salón, coger una libreta a la que le quedaban minutos de vida y empezar a garabatear con un lápiz que, de tanto sacarle punta, estaba por menos de la mitad. De ese modo, comenzó a tomar vida Doble o nada, una historia que Candela (su protagonista) me susurraba al oído día tras día y que al cabo del tiempo me sugirió que incorporara dos protagonistas más que tenían la necesidad de contar la historia bajo su punto de vista.
Cuando acabé el manuscrito y lo dejé descansar por un tiempo, leí de nuevo el final y vi que estaba incompleto, que sus personajes no estaban contentos y que necesitaban hablar más, pues no querían dar cierta... mejor lo dejo ahí, porque sino me arranco y cuento la historia.
Así comenzó Todo o nada, secuela que ya está escrita y en fase de corrección.
En fin, a lo que iba. Cuando Doble o nada iba a salir a la luz yo me marchaba de vacaciones, así que todo el trabajo promocional lo hice con los 3G de mi móvil. Lo juro, ha sido un trabajo bastante más duro de lo que me esperaba. A eso, hay que sumarle la sensación de desprendimiento, como el pájaro que echa del nido al poyuelo para que aprenda a volar y vivir por sí solo. La marcha de un ser querido, de tu creación; la responsabilidad al saber que cabía la posibilidad de que llenara algunas horas de personas que apostaran por mi obra... Eso me mantuvo en vilo hasta que me he dado cuenta de que puedo gustar o no, pero que lo único cierto es que está escrita desde el corazón y con un deseo enorme de hacer disfrutar y entretener.
Besos Románticos.
Eugenia Torres.
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