El mago Luisito y cia...

Hola chi@s!!!


Como muchos de vosotros sabréis llevo varios proyectos adelante y uno de ellos era la creación de un cuento solidario para una antología que será publicada por la editorial Ediciones Ortiz, para ayudar a digamos, para no ser muy crudos, a pasar el mal bache de Alex, el hijo de una compi de profesión que está moviendo cielo y tierra para conseguir llegar a algo y poder optar a ir a Inglaterra, lugar donde tienen el tratamiento para su hijo. Esta madre coraje es la mujer que está promoviendo todo tipo de proyectos para que su hijo pueda llegar a tener una vida plenamente normal, su nombre como autora es Samy S. Lynn y os invito a haceros con una de sus obras (o todas...), puesto que los beneficios irán íntegramente al fondo que está preparando para su hijo. Y chicos, sus libros no son nada caros, los podréis encontrar por alrededor de un euro en amazon.
En fin, a lo que iba... que ya he terminado y mandado el cuento y me voy a atrever a dejaros el comienzo, a ver qué os parece...
Si queréis me podéis dejar vuestra opinión... vamos, es una sugerencia nada más... ;-P

“EL MAGO LUISITO”

Luisito tenía ocho años, no tenía hermanos, pero sí un perro callejero llamado Buddy que iba soltando pelos por todos lados, consiguiendo que su madre se quejara sin parar por tener que barrer a cada instante, ya que estaba agotada después de trabajar en el mercado todo el día. Le gustaba jugar al futbol en el parque que había frente a casa con sus amigos del colegio, coleccionaba cromos de locomotoras de tren que su padre le compraba al principio de cada mes y le encantaba escuchar los cuentos que su abuela Nana le contaba a la hora de dormir.  Pero había algo que le gustaba más que nada en el mundo, algo que nunca le había contado a nadie, excepto a su abuelita, por temor a que se rieran de él… ese algo no era otra cosa que la magia.
Cada noche al dormir soñaba que era un gran mago capaz de hacer aparecer y desaparecer conejos de su gran chistera de color negro, crear de una llamarada un pequeño ramo de flores que regalaría a Nana o hacer que su perro Buddy no volviera a soltar pelos y así su madre ya no tendría que barrer más y podría descansar al llegar a casa. Él se imaginaba llevando una capa oscura, pero brillante, que le llegara hasta los pies. Se veía con unos zapatos de charol que terminaran en pico y que se curvaran hacia arriba en la punta, como los zapatos mágicos que veía en los cuentos que le contaba su Nana. Sin embargo, había algo por lo que sería capaz de regalar los cromos de las locomotoras, ese algo era una varita mágica con la que poder hacer sus hechizo y dar toques en el ala de su chistera para hacer saltar al conejo de ella.
Mientras que su deseo se cumplía, Nana le había regalado el gorro de su abuelo que tenía un boquete en la parte de arriba y le había hecho una capa con un trozo de colcha vieja, pero a él le daba igual que esas cosas estuvieran medio rotas, puesto que, cuando se escondía en su habitación a jugar y se miraba al espejo él se las imaginaba nuevas y de ese color negro brillante que tanto le gustaba.
Las vacaciones de navidad estaban cerca y estaba haciendo todo lo posible por ser el niño más bueno de todo el colegio y, además, ser el mejor hijo que unos padres puedan desear, ayudando a su madre con las bolsas de la compra y sacando a Buddy a pasear cada tarde después del colegio, tras lo cual se ponía a estudiar durante una hora. ¡Sí, sí, una hora nada menos! Así que su intención no podía fallar.
Lo que él esperaba es que Papá Noel y los Tres Reyes Magos vieran que realmente era un niño bueno y así poder conseguir lo que tanto quería, una chistera, una capa, sus zapatos de mago y una varita, aunque tenía claro que si sólo podía elegir una de ellas sería la varita, ya que era esta la que realmente le daría el poder de mago. Con ella podría hacer tantas cosas…

Continuará en la antología...
P.D.: Se me olvidó deciros que será un libro ilustrado. Creo que quedará genial.
Besitos!!!

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